Me remitías tu amor
por la ruta de los barcos
perdidos en la niebla.
en el abordaje de la vida
y en abrazos esquivos,
Cegada mi alma a los olvidos
de aquello que, tú y yo, fuimos,
tejió presagios en noches de amor,
para amarrar al repertorio de la vida
el temblor
de nuestro adiós.
10 Diciembre 2008 a las 8:29 pm
¿Todo un presagio?
Tan breve como intenso.
Gracias por conseguir el sonido de los silencios.
Y por vivir. Sobre todo por vivir.
12 Diciembre 2008 a las 11:56 pm
Querido Eze: no sé si los presagios son breves, se me escapan con la intensidad; carecen de tiempo… Bellísima tú reflexión. Gracias.
Besos: Juana